ITV Caducada: Lo que no puedes ignorar para evitar una multa

itv caducada

Conducir con la ITV caducada no solo supone una sanción económica, también puede derivar en la inmovilización de tu vehículo y, en algunos casos, en serios problemas legales.

Olvidarte de pasar la ITV puede parecer un despiste sin importancia, pero en realidad es un error que puede salir caro. Si no quieres verte en una situación incómoda o arriesgada, sigue leyendo.

¿Cuándo caduca la ITV?

La ITV tiene una fecha de vencimiento clara, y es responsabilidad del propietario del vehículo conocerla. Puedes encontrarla:

  • En la pegatina del parabrisas.
  • En el informe de la última inspección.
  • Consultando la base de datos de la DGT.

Si aún así no lo tienes claro, hay apps que te avisan de la próxima revisión. Y un consejo útil: marca la fecha en tu calendario personal o en el móvil con un recordatorio. Un simple aviso puede evitarte un disgusto.

¿Qué pasa si circulas con la ITV caducada?

La ley es clara: no puedes circular con la ITV vencida. No hay días de margen, no hay excepciones... salvo una: puedes conducir solo para ir a la estación de ITV o al taller, siempre que tengas una cita concertada y puedas demostrarlo.

  • Multa de 200 euros, reducible a 100 si pagas en pronto pago.
  • Posible inmovilización del vehículo si los agentes consideran que representa un riesgo para la circulación.
  • No perderás puntos, pero el problema económico y legal puede escalar si insistes en circular sin la ITV en regla.

¿Y si la ITV resulta negativa?

Aquí la cosa se complica aún más:

  • ITV desfavorable: puedes llevar el coche al taller, pero debes arreglar los fallos y repetir la inspección en máximo 2 meses.
  • ITV negativa: el vehículo no puede moverse por sus propios medios. Solo puedes transportarlo en grúa.

¿Te saltas esto? Entonces hablamos de una multa de hasta 500 euros.

¿Se puede recurrir una multa por ITV caducada?

Sí. Si consideras que hubo un error o tenías una cita confirmada, puedes presentar un recurso ante la DGT. Es fundamental actuar rápido y aportar pruebas claras: justificante de cita, correos electrónicos, etc.

Aunque recurrir no garantiza que te quiten la sanción, mostrar diligencia puede jugar a tu favor, sobre todo si se trata de un caso excepcional.

Conclusión: prevenir es siempre mejor

Pasar la ITV a tiempo no es solo una obligación legal. Es una garantía de que tu coche funciona correctamente, de que no pones en riesgo a otros y de que no te enfrentarás a sanciones evitables.

Revisa la fecha, pide tu cita con antelación y cumple con la normativa. Es la forma más simple y económica de evitar problemas mayores.

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